Hay que ser malo para tener lo que realmente quieres y no te mereces...

Y te das cuenta de que nada de tu pasado tiene sentido, que en ningún momento has sido tratada como realmente te merecías, que te han infravalorado, e intentas convencerte, convencerte de que eso ocurre por algún motivo, que cuando pase el tiempo todo será como debería ser, que algún día se darán cuenta de lo que eres y lo que vales realmente, que alguien les abrirá los ojos. Y te aferras a ese deseo con todas tus fuerzas, intentando parecer feliz, aunque no lo eres, soñando con un quizás, que, quién sabe si, jamás llegará.