¿Por qué nos atrae tanto lo prohibido? ¿Es que acaso nos gusta la curiosidad de lo desconocido? ¿Sabe qué es lo que nos espera detrás de una puerta que nos han prohibido abrir? ¿Y si es algo malo? ¿Merece la pena arriesgarse a perderlo todo por una simple curiosidad? Yo creo que no... pero, en esos momentos actuamos irracionalmente, como si nada nos pudiera frenar.
Se nos mete entre ceja y ceja y no hay ser superior que nos lo saque de ahí. Y es que, la curiosidad, mató al gato.

La curiosidad es muy mala. Y ese es el problema. Que a veces hacemos las cosas sin pensar en sus consecuencias. La tentación, esa enemiga de todos (:
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