Ya está muchísimo más que comprobado que cuando se planean cosas, nada, absolutamente nada, sale como se esperaba. El puente iba a ser más de una semana increíble haríamos cosas que nunca habíamos hecho y estaría llena de ilusión, sueños y recuerdos preciosos.
Y no, todo ha sido como siempre. Como cada vez que voy a Estepona, las mismas cosas, aunque diferentes juegos, en los mismos sitios, las casi mismas conversaciones... Así que de ahora en adelante paso automáticamente de hacer planes, porque no quiero que otra cosa más se vuelva a estropear y se desmorone todo de nuevo. No tengo ganas de hacerme ilusiones para que luego todas, se deshagan como polvo en mis manos.
Viviré el día a día sin "hacerme ilusiones" (cosa que realmente dudo porque considero que es imposible) y así consideraré cualquier cosa que hago como algo nuevo y sorprendente. No romperé mis expectativas, y todos estaremos tan felices.

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