Perdida en este mundo de inseguridades

Tres meses hace exactamente que no escribo. No ha sido porque yo quisiera, si no porque no me sentía con las suficientes fuerzas o ganas para hacerlo. Si os habéis sentido 'abandonados' lo siento, no era para nada mi intención.

He vuelto con la idea de contar mi historia, solo espero que no sea lo suficientemente aburrida como para que me mandáis a freír espárragos C:

Si no conocéis mi historia, difícilmente podréis entender mi forma de ser o mi forma de ver el mundo, así que espero que esto os ayude un poco a entenderme.

Siempre fui una niña muy abierta, dicharachera, suavona, juguetona, llorona, me encantaba hacerme la víctima, y ponerme vendas en los tobillos (aun sin tener nada) era mi pasión. Tenía miles de amigos, los niños de las otras clases para mí eran unos desconocidos, por el simple hecho de no haber caído en mi clase, pero siempre rodeada de niños, sobre todo niños porque siempre me he llevado mejor con ellos que con ellas. Todo fue genial hasta que llegó el corsé.

¿Qué es el corsé? El corsé es un aparato de plástico duro que cubre el tronco de la persona con el fin de corregir su escoliosis, la escoliosis es una enfermedad normalmente hereditaria que consiste en la desviación de la columna vertebral, es decir, en lugar de estar completamente recta está curvada, en mi caso por la parte superior hacia un lado y por la inferior hacia otro. Pero para mi el corsé no era simplemente algo que protegiera mi cuerpo, si no que significó algo mucho más doloroso. Me distinguió de todos los demás. Cuando llegué a la E.S.O. fue horroroso. Mis "amigas" se convirtieron en completas kinkis. Empezaron a fumar, drogas, alcohol, niños.. y me dejaron completamente al margen, ya que yo era la rarita, aunque bueno, realmente fui yo la que no quiso acercarse a ellas cuando eso ocurrió. No me gustaba ese tipo de "vida" y decidí que era mejor no tener amigas para eso. 

Así que me quedé sola, completamente sola. Imaginaos una niña de 12 años con un corsé, gafas y aparatos... Era simplemente la rarita de la clase. Durante mi adolescencia encontré gente buena, sobre todo niñas, ya que los niños cambiaron de "pequeños" a "salidos" Solo les interesaba una chica si ésta estaba buena, si eras rara, ahí te pudras. Me he llevado mucha gente buena de mi paso por el instituto, pero la verdad es que fue una época bastante dolorosa para mí. No quería salir y me dedicaba a estar en mi casa con el ordenador o estudiando, esa era simplemente mi vida.

Os podéis imaginar entonces el cambio tan brusco que dió mi carácter y mi personalidad de estar tan rodeada de gente a no tener a penas a nadie. Era la rara ¿qué esperábais? Y solo por eso espero que mucha gente que aún no lo entiende, sepa y comprenda que no es que me auto margine, es que mi persona ha creado un caparazón que intenta protegerme de lo que ya una vez me ocurrió, y por eso necesito un poco más de tiempo para sentirme confiada y un poco más de cariño para sentirme rodeada de gente y querida.

Puede que no os terminéis de creer esta historia, pero ésa fue mi adolescencia.

PD: Quiero dar las gracias a todos aquellos niños que en su momento me ignoraron y se reían de mi, y ahora han vuelto a mi vida para mostrar interés por mí diciendo "Oh, qué cambio has dado" "Estás guapísima" etcétera. Jamás me podría subir más la moral mandandoós a la mierda (: